Vivimos en un mundo en el que la egolatría y la hipocresía siempre están presentes. La humildad y sinceridad escasean.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Hipocresía

Juzgo, juzgas. Todos juzgamos, somos esclavos de nuestra imaginación y las mentiras de otros. Odiamos a quien deberíamos amar y amamos a quien deberíamos odiar. Hipócritas caras de felicidad al ver a alguien que con una mirada sería capaz de matarte. Palabras malgastadas de gente que habla y no escucha. Todos se quieren, todos se escuchan, se respetan, aparentemente. Hipócritas. Si odias a alguien, ódialo, si lo amas, ámalo. Pero no escondas sentimientos puros que valen más que toda esa hipocresía. Pero, si odias porque alguien odia, o fundándote en falsas apariencias. Moléstate en asegurarte que dicho sentimiento tan feo no es albergado en vano.

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